domingo, 24 de noviembre de 2013

AMANECER DE RECUERDOS

En una mañana de domingo cualquiera.... Ella empezó a recordar, empezó a sentir la soledad de su corazón por su ausencia anunciada desde el primer día, sin embargo ella prescindió de ello, puesto que cualquier ser que esté a su lado, siempre de alguna forma estará ahí presente; pero en éste caso no fue así.. Él la abandonó.



En ésa mañana miró unos años atrás, cuando él en las mañanas tocaba su puerta, se saludaban con un tímido beso, sus miradas se enlazaban  y sin decir una sola palabra ya estaban sumidos el uno con el otro, en aquellos días Ella fue felíz. Él de por sí, es un ser tosco y reservado, pero también sentía una ligera y grata comodidad hacia ella.




Cada uno tenia un ser al cual amar, con el cual compartir y compaginar, pero había un vacío que sólo entre ellos podían llenar, estaba prohibido hablar de amor o sentirlo porque sabían muy bien que probablemente eso acabaría con sus vidas...




Los Lirios de ésa mañana estaban pálidos y fríos, condenados a la muerte y a la tristeza qué también la invadía a ella.. Sus encuentros ya no eran los mismos, sus pláticas eran distantes, lejanas; pero un día él le regaló un Jacinto Púrpura, lo cuál se convirtió en un hábito de todos los días, así ella no estuviese le dejaba el Jacinto en su ventana, o en su puerta. Ella cada vez se sentía más triste, pero él lo estaba aún más, pues lo inevitable sucedería...




Y fue en una mañana de domingo, cuando él muy temprano apareció a sus ojos, perfumado, con un traje elegante, sonriente.. diciéndole el día de hoy seré todo tuyo, regalándolse unos hermosos Girasoles, aunque no estaba permitido sentir ninguna emoción, Ella no pudo evitar que una lágrima apareciera por su rostro, pero él no se percató de ello; ella apuró vestirse, perfumarse... Con una mirada pícara ambos se fueron para una bella pradera, con una suave brisa y alegre campo, allí el tomó de su ligera delgadez, besó cada parte de su cuerpo, recorrió centímetro por centímetro como si estuviese grabando cada parte de su piel...




La noche llegó,  tenían que partir, él se adelantó se despidió de un cálido beso en la mejilla y dijo Adiós!


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